domingo, 17 de junio de 2007

La indignación de un pueblo

Finalmente, se consumó la componenda. Jesús Viejo fue elevado a la alcaldía por los peones del PP, que serán enjundiosamente recompensados. La ambición personal no ha dejado resquicio a la razón, a la inteligencia ni a la coherencia. La palabra de Viejo hoy vale menos que ayer. Y ayer ya valía muy poco. Tenemos un alcalde que no tiene palabra. ¿Quien se cree hoy ya lo de los tres meses que dará de plazo para el cumplimiento de las inversiones prometidas?. Las promesas y los compromisos que salen de la boca del señor Viejo sabemos que no serán cumplidos. La mentira ha tomado carta de naturaleza en el proceder de un señor que rige y administra los intereses de 22.000 laguneros. Por otra parte, el desinterés de Minguela por la alcaldía ha terminado por exasperar a muchos de sus votantes, que se sienten timados.

2 comentarios:

enlaguna.com dijo...

A fuerza de torpedear lo que desea la mayor parte de los ciudadanos, a base de una política agotada, de líderes que buscan el dinero y el poder, a base de oscurantismo, prepotencia y desinterés han conseguido movilizar a una población que estaba dormida... El señor Viejo se ha equivocado. Lo sabe. Es consciente de que se ha vendido al mejor postor...Creo que atiende a lo que le dicta el bolsillo, el suyo y el del resto de sus compañeros de partido... Y sobre Minguela y el PP: Todo vale cuando hay varias jugosas dedicaciones exclusivas de por medio (analista)

pasabaporaqui dijo...

¿Se sabe ya cuántos concejales van a tener dedicación exclusiva?