Las fiestas: cada uno cuenta la feria según le va en ella

Un año más, una fiesta más. Cada cual saca sus conclusiones. Los vecinos próximos a la carpa piden que se la lleven al Real de la Feria (no sabemos qué opinarán los que viven en ese otro barrio). Los taurinos se lamentan de la caída de afluencia a la plaza y proponen más y mejores corridas, incluyendo rejoneo. Hay otros que se lamentan de que la única ocurrencia nueva sea meter más encierros. Buena parte de los jóvenes andan sin local de acá para allá; y muchos dicen que las peñas se han convertido en cotos cerrados, y a muy pocas se puede acceder como ocurría en otros tiempos. A algunos les duele la "injusta" decisión del jurado de las carrozas de premiar a una que dicen que plagió a otra, sin que el alcalde haga nada para evitarlo. Y más de uno se ha dado cuenta de que a la verbena, tras el encierro, terminan quedándose cuatro gatos. Por su parte, el concejal de fiestas, triunfalista, como no podía ser de otra manera, afirma que tenemos unas fiestas fetén , inmejorables. La oposición socialista, lógicamente, da la contrarréplica: nos siguen metiendo más de lo mismo y a los jóvenes no se les ofrecen propuestas. Así pues, todo normal, todo como siempre, reflejo del variopinto mundo que habitamos.