lunes, 17 de septiembre de 2007

¿Una foto para disimular el primer incumplimiento?

El 14 de junio, PP e IL firmaban su "pacto de gobernabilidad". Viejo, entonces, asumió el compromiso de estar vigilante para el cumplimiento del mismo y, si a los tres meses no se había progresado en el mismo, él sería el primero en darlo por roto. En su discurso de " investidura" advertía ya que "... en caso de incumplimientos injustificables, daremos por terminado este acuerdo". El 14 de septiembre, tres meses después, se hacía la foto con el sr. Gredilla, delegado territorial de la Junta en Valladolid. Gredilla, sabía el terreno que pisaba, y a buen seguro estaba advertido de lo que tenía que decir: todo va viento en popa: el centro de salud, el centro de Primaria, la biblioteca... pero entre col y col, nuestro gran Eduardo (El Norte) recogió unas perlas que han pasado desapercibidas: León de la Riva da subrazo a torcer y empieza a entrar en razón con lo de la depuradora. Parece que habrá entendimiento. Es decir, que los dos, Viejo y León iban de farol; un farol irrespetuoso para con los vecinos. Viejo pareció reaccionar entonces ante la impertinencia de León de la Riva con un "¡pues ahora me hago yo mi depuradora, ala!" y fue y lo puso en su programa electoral. Una frivolidad, porque no pensaba hacer la depuradora o al menos estaba dispuesto a renunciar a las primeras de cambio; y un programa electoral debería ser un documento sagrado y respuetuoso al máximo con los vecinos. Pero, no sólo lo puso en el programa del IL, además lo impuso como primera y máxima prioridad en el "pacto de gobernabilidad" con el PP, y por si no había quedado claro, lo recalcó con todo el énfasis, como máxima prioridad en su discurso, ante todos los concejales elegidos por el pueblo. Y ahora, ¿romperá el pacto? o aquello era un hablar...? Resulta que la postura de León era sólo para impresionar. Vamos, que con unas cañas entre los dos nos habrían evitado tanta frivolidad, improvisación y falta de respeto. Sólo nos queda un consuelo, con este incumplimiento, termina imperando el sentido común: una depuradora única que vale para todos: austeridad y eficacia en el gasto público, que no es poco. En palabras del propio Viejo "empezamos a hablar de realidades" . O sea, que hasta ahora, no sabemos de qué han estado hablando.

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